Seguro en algún momento de tu vida habías escuchado la frase “un cuerpo alcalino, es un cuerpo sano”. En realidad sí, ya que la alcalinidad del cuerpo influye mucho en la salud que tenemos, pero…
¿Qué es la alcalinidad en el organismo?
La alcalinidad es el nivel de pH que tenemos en nuestro cuerpo, que se mide en un nivel de 0 a 14, el nivel idóneo es de 7.4, cuando tenemos un nivel más bajo que 7 nuestro cuerpo es ácido, provocando dificultades para eliminar los metales pesados de la sangre, debilita el sistema inmune, aumenta la sensación de cansancio y fatiga, enfermedades crónicas, debilitamiento de las uñas y cabello, dolores de cabeza, incluso reducción de años de vida.
Nuestro organismo tienen un mejor funcionamiento cuando el cuerpo es ligeramente alcalino, sin embargo los procesos naturales como lo son la digestión y el ejercicio, nos producen residuos ácidos, además de factores externos como los contaminantes, la mala alimentación, el exceso de bebidas ácidas, como el café, etc. Esto hace que los niveles de pH tengan un constante cambio, nuestro cuerpo realiza lo que es conocido como alcalinización, es un proceso en donde los ácidos se están produciendo y neutralizando constantemente. Una de las mejores maneras de mantener un cuerpo alcalino, es con una dieta alcalina, sin mencionar el equilibrio emocional y el ejercicio.
Los beneficios que te aporta una dieta alcalina son notables, desde la piel, hasta el funcionamiento de los órganos internos y huesos, serán en gran medida notables a partir de la aplicación de la dieta.
Conseguirás una piel más elástica y con aspecto más joven
Dormirás más y mejor
Aumento considerable de energía física
Serás menos propenso a sufrir resfriados, dolores de cabeza y gripes
Mejor digestión de alimentos
Disminución de artritis
Disminución de osteoporosis
Aumento de la capacidad y alerta mental
Algunas maneras de alcalinizar tu cuerpo:
Comer cinco veces fruta o verdura al día
Exprimir un limón o lima en tu agua
Aderezar la ensalada con vinagre de manzana
Cambia el café por el té verde
Dos veces a la semana, sustituye una comida de proteína animal por verduras
Reduce el consumo de azúcar y las bebidas gaseosas
Reduce el consumo de carbohidratos refinados
Aumenta el consumo de vitamina C
Incorpora vegetales marinos a tu dieta
Lleva un control de tu nivel de pH.
Ejercicio, para liberar el cuerpo de toxinas.
Equilibrio emocional.